Yo, Robotín.

Crees que puedes decir cielo desde el infierno, cielo azul de pintura, puedes decir campos verdes, desde un camino de acero frío, una vida perfecta cuando ni siquiera vives la tuya.

Esta vez ya no doy más y empiezo a desmantelarme como el robot que soy, poco a poco, todo por un pequeño orificio por donde penetro la corrosión del alma, ese orificio que fue provocado por uno de esos tantos intentos de querer pertenecer al mundo plano de los seres humanos, pero esta vez fue particular, ya que no satisfecho de mi aceptación en sus dinámicas tontas, quería mas y me interne en la relación persona – robot, mas en concreto mujer – robot, adivina, no funciono.

En ese momento se creo un orificio tan pequeño en mi coraza de 3 aceros inoxidables de alguna extraña manera, que parecía que ese agujero era gigantesco entraba mucho frió por el.

Y nunca supe como repararme del daño, ahora es muy tarde, el oxido esta en los circuitos madres, esos circuitos que ustedes llaman corazón, será imposible para mi volver.

Espero que este procesamiento de palabras sea encontrado en un fututo y que haya valido la pena dejar atrás mi perfección de maquina, por probar un poco de amor de una  fémina.